Un modelo para la Esclerosis Mœltiple

Xulio Fern‡ndez Hermida,

ETSE de Telecomunicaci—n de Vigo

Xulio@tsc.uvigo.es, http://www.gpi.tsc.uvigo.es/~xulio/xulio_index.html

Octubre de 2004

 

Introducci—n

Las investigaciones sobre EM se centran b‡sicamente en el ataque del sistema inmunitario a la mielina. Se buscan por tanto maneras de ÔmodularÕ el comportamiento del sistema inmunitario, o maneras de impedir que los gl—bulos blancos atraviesen la barrera hematoencef‡lica o similares.

Estos sistemas, en mi opini—n, est‡n buscando resolver el problema en un punto muy alejado de los or’genes de la enfermedad. Intentan resolver el problema en el œltimo punto, el ataque del sistema inmunitario a los oligodendrocitos y la destrucci—n de la mielina.

Lo que intento en este peque–o art’culo es buscar los pasos previos a ese ataque. ÀQuŽ ha ocurrido para que el sistema inmunitario ataque a las neuronas? Si lo encontramos habremos llegado a las causas y evit‡ndolas habremos resuelto el problema.

 

Los argumentos en que me baso para hacer esta bœsqueda hacia los or’genes son fundamentalmente tres:

1.- peroxinitritas como primer ataque que desencadena el ataque posterior del sistema inmunitario que lleva a los brotes [HooperÕ97].

2.- intestino como elemento de comportamiento anormal que provoca la inundaci—n de la sangre con toxinas (peroxinitritas) [Kousmine]

3.- enfermedad viral en edad adulta que provoca el deterioro intestinal[*].

 

 

Antecedentes obtenidos de la bibliograf’a

 

Peroxinitritas

Toxinas, ricas en nitr—geno, que supuestamente est‡n muy presentes en el cerebro durante los brotes de EM. En [HooperÕ97] se explica como en el cerebro de ratones que han sufrido un brote de EAE (modelo experimental de la EM) hay una cantidad anormalmente grande de nitr—geno (que se supone en forma de peroxinitritas)

 

çcido òrico

çcido presente en la sangre que neutraliza a las peroxinitritas, y que en los pacientes de EM est‡ habitualmente en niveles especialmente bajos, y muy bajos durante los brotes, tal como se indica en [HooperÕ98].

 

EM como enfermedad viral

Muchos pacientes de EM tienen en comœn el haber padecido una enfermedad viral infantil en edad pos-pubertal. De algœn modo, parece como si esa enfermedad, en edad infantil es perfectamente combatida por el sistema inmunitario del cuerpo que aprende a combatirla, pero si es tenida cuando este sistema inmunitario est‡ Ômaduro« el efecto es desastroso haciendo que este sistema inmunitario Ôse vuelva locoÕ y ataque a la mielina, provocando la EM[1] [*].

 

Resultados conocidos

Pacientes con EM tienen niveles m‡s bajos de ‡cido œrico en sangre que otros pacientes de otras enfermedades del SNC sometidos a la misma dieta [HooperÕ98].

Todos los pacientes de EM tienen serios problemas con su intestino. Este no funciona bien. Es perezoso, las defecaciones solo se producen cada varios d’as, ...tal como se puede leer en cualquiera de los mœltiples folletos que sobre la EM se editan para pacientes y familiares.

En pacientes de EM tratados con Copaxone (Glatiramer Acetate Copolimer) obtienen una mejora solamente aquellos en los que el tratamiento ha producido una elevaci—n de sus niveles de ‡cido œrico en sangre.

Sospechas

La Dra. Kousmine considera que la raiz del problema en los pacientes de EM est‡ en su intestino. La doctora considera que estos pacientes tienen un intestino Ôdemasiado permeableÕ que deja pasar hacia la sangre toxinas que son las que finalmente provocan la enfermedad [Kousmine].

 

El sistema inmunitario ataca la mielina

Parece claro (o al menos as’ se asume) que el da–o en los oligodendrocitos lo provoca el sistema inmunitario. A travŽs de las cŽlulas CD4sup+T segœn se indica en [Lucchinetti].

 

 

Primer paso hacia atr‡s: Las peroxinitritas inician el proceso

Las peroxinitritas son unas toxinas que cuando entran al cerebro (la barrera hemato encef‡lica no es freno para ellas) provocan un deterioro en la superficie de las neuronas, de modo que la mielina queda Ôda–ada en su pielÕ[2]. Ese da–o hace que el sistema inmunitario no reconozca esa mielina como tejido propio y decida atacarla. Es en ese momento cuando se produce realmente la destrucci—n de la mielina provocando con ello el brote [*2].

 

La forma en que el sistema inmunitario consigue introducir las cŽlulas T en el cerebro es algo que se nos escapa y no es el objetivo que nos planteamos aqu’. Lo que parece claro es que el sistema inmunitario considera que tiene una funci—n que hacer en el cerebro y Ôse las ingeniaÕ para conseguir entrar.

 

Segundo paso hacia atr‡s: El intestino como elemento de comportamiento anormal

 

Los pacientes con EM tienen niveles bajos de ‡cido œrico porque en su sangre existen demasiadas toxinas (peroxinitritas) con lo que el ‡cido œrico se consume neutralizando toxinas.

En la sangre de los pacientes de EM existen muchas toxinas por dos razones:

porque su intestino es demasiado permeable, con lo cual deja pasar elementos de la digesti—n que no deber’an pasar hacia la sangre.

porque, como el intestino es muy lento, las heces est‡n demasiado tiempo en el intestino que las va ÔexprimiendoÕ y sacando cada vez menos productos nutritivos y m‡s toxinas.

Esto justificar’a los bajos niveles de ‡cido œrico, as’ como el hecho de que si se provoca (mediante la dieta o algœn f‡rmaco que provoque niveles altos de ‡cido œrico) que estos niveles se eleven (pudiendo neutralizar un mayor nœmero de toxinas) se disminuye el nœmero de brotes, pues ya las toxinas no han provocado da–o alguno en la Ôpiel de la mielinaÕ.

 

De este modo conseguimos relacionar la mielina con las peroxinitritas con el ‡cido œrico y con el intestino.

 

Siguiendo este mismo razonamiento, aquel paciente que haga una dieta especialmente libre de toxinas (de modo que su presencia en el intestino ya sea baja) disminuir‡ el riesgo de padecer brotes [PŽrez-Calvo].

 El complemento a esta dieta ser‡ buscar mantener altos sus niveles de ‡cido œrico[*3].

 

 

Tercer paso hacia atr‡s: Enfermedad viral en edad pos-pubertal como preconizadora del desarrollo de una EM

 

No es el sistema inmunitario el que funciona mal sino que se trata del intestino que tiene un funcionamiento anormal.

 

Este funcionamiento anormal del intestino ha sido provocado por esa enfermedad viral en edad pospubertal.

Aproximaci—n a la EM como enfermedad viral

Sobre el virus

Se sabe que un virus es algo muy peque–o, que entra dentro de la cŽlula y hace que esta modifique su comportamiento.

Por mi formaci—n (ingeniero de telecomunicaci—n) intentarŽ entenderlo a partir de lo que sŽ de los virus inform‡ticos.

Un virus inform‡tico es un trozo de c—digo capaz de ejecutarse en un ordenador. La habilidad de este trozo de c—digo es ÔsimplementeÕ la de colocarse en medio del c—digo que est‡ siendo ejecutado.

Si el virus inform‡tico debe su nombre a su comportamiento similar al de los virus celulares, un virus celular, debe ser una cadena de ‡cidos que se incrustan en Ôel programa que rige el comportamiento de la cŽlulaÕ (su ADN) modificando este comportamiento. En el caso que nos ocupa, este virus estar’a colocado en las cŽlulas del intestino, provocando en este ese exceso de permeabilidad.

 

Sobre el intestino

Parece claro que el intestino se comporta con una inteligencia nada desde–able. Y esa inteligencia intestinalÕ estar’a depositada en el comportamiento de las cŽlulas que lo forman. Comportamiento que se extiende a todo el intestino por simple agregaci—n de cŽlulas, sin que haya un programa superior que rija su funcionamiento en condiciones normales (descartamos ataques de p‡nico que pueden producir diarrea o similares).

Pensemos que el intestino es el primer elemento que debe funcionar en un sistema vivo. De Žl depende la selecci—n de materias primas que finalmente formar‡n ese ser vivo. Es de algœn modo la Ôinteligencia m‡s primariaÕ[PŽrez-Calvo 2003], [Reid], [Cuevas].

 

Si aceptamos, como dice la Dra. Kousmine, que el fallo est‡ en el intestino, que se ha vuelto demasiado permeable. ÀPodr’amos pensar que esa permeabilidad del intestino ha sido provocada por una enfermedad viral t’pica infantil (varicela, ...) tenida en edad pos-pubertal?

 

Conclusi—n y l’neas a seguir

Procesos en la creaci—n de la EM

Con esta teor’a, habr’amos encontrado un punto inicial y un camino en el desarrollo de la EM:

1.-virus de la varicela p. ej.

2.-que en edad pos-pubertal provoca una Ôpermeabilizaci—nÕ del intestino, que deja pasar muchas toxinas (peroxinitritas)

3.-toxinas que consiguen llegar al cerebro y estropean la piel de las neuronas,

4.-que son consideradas tejidos extra–os por el sistema inmunitario,

5.-que se las arregla para introducir gl—bulos blancos en el cerebro,

6.-que provocan destrozos en la mielina y aparece el brote.

 

L’neas a seguir

Si un virus inform‡tico provoca un cambio en el funcionamiento de los sistemas inform‡ticos, un virus celular, debe provocar un cambio en el comportamiento de las cŽlulas.

Siguiendo la teor’a anterior, una l’nea de bœsqueda ser’a estudiar cual es el efecto en las cŽlulas intestinales de una enfermedad viral tenida en edad pos-pubertal. Y habr’a que buscarlo en dos pasos: 1.- efecto de ese virus en las cŽlulas del intestino y 2.- residuo que ha quedado de este virus tras la curaci—n de la Ôenfermedad primariaÕ en este caso la varicela o similar. El œnico ÔdatoÕ que tenemos es que esas cŽlulas ahora son m‡s permeables.

 

Posiblemente no sea este el œnico efecto que este virus ha dejado. Del mismo modo que seguro que no es este el œnico mecanismo que provoca la enfermedad. El cuerpo es infinitamente m‡s complejo que lo que aqu’ estamos exponiendo. Pero puede que sea una l’nea m‡s que al menos nos pueda servir para dar pasos en una direcci—n.

 

 

 

 

Bibliograf’a

[Kousmine].- Dra. C. Kousmine ÒLa Sclerose en plaques est guŽrissable: Historie de 55 cas de SM ; Temps dÕobservation allant de 26 ˆ19 ansÓ Ed. Delachaux &NiestlŽ S.A., ISBN 2.603.00-502-2

 

[HooperÕ98].- D.C. Hooper et al. ÒUric acid, a natural scavenger of peroxynitrite, in experimental allergic encephalomyelitis and multiple sclerosisÓ Proc. natl. Acad. Sci. USA; Vol 95, pp.675-680, January 1998, Medical Sciences

 

[HooperÕ97].- D.C.Hooper et al. ÒPrevention of experimental allergic encephalomyelitis by targeting nitric oxide and peroxynitrite: Implications for the treatment of multiple sclerosisÓ Proc. natl. Acad. Sci. USA; Vol 94, pp.2528-2533, March 1997, Medical Sciences

 

[].-D.C.Hooper et al. Òlocal nitric oxide production in viral and autoinmune diseases of the central nervous systemÓ Proc. natl. Acad. Sci. USA; Vol 92, pp.5312-5316, June 1995, Medical Sciences

 

[*].- no encuentro el art’culo en el que se indica esta relaci—n entre la EM y el hecho de haber padecido una enfermedad t’pica infantil en edad pos-pubertal. En mi caso padec’ una varicela a los 20 a–os.

 

[*2].- no encuentro el art’culo en el que se plantea la posibilidad de un primer da–o ef’mero en la Ôpiel del oligodendrocitoÕ como desencadenante del consiguiente ataque de las cŽlulas CD4sup+T del sistema inmunitario.

 

[*3].- Art’culo que no encuentro en el que unos polacos comprueban la eficacia del ‡cido œrico y sugieren que una dieta que mantenga altos sus niveles ser‡ beneficiosa para los pacientes con EM.

 

[Lucchinetti].- ÒThe Controversy surrounding the patogenesis of the Multiple Sclerosis LesionÓ Lucchinetti Claudia F., Rodriguez Moses; Symposiun on Multiple Sclerosis- Part I, Mayo Clinic Rochester, Minesota. Mayo Clinic Proc. 1997; 72:665-678

 

[PŽrez-Calvo].- Dieta que aconseja el Dr. PŽrez-Calvo Soler a los pacientes con EM y con la que ha conseguido algunos Žxitos importantes.

 

[PŽrez-Calvo 2003].- Dr. Jorge PŽrez-Calvo Soler ÒNutrici—n energŽtica y salud. Bases para una alimentaci—n con sentidoÓ Ed. Grijalbo

 

[Cuevas].- Olga Cuevas ÒEl equilibrio a travŽs de la alimentaci—n. Sentido comœn, ciencia y filosof’a orientalÓ ISBN 84-605-8864-5

 

[Reid].- Daniel Reid ÒEl Tao de la Salud, el Sexo y la Larga vidaÓ Ed. Urano



[1] En este punto, Lu’s Carrasco supone la posibilidad de una infecci—n por el hongo C‡ndida famata, y que el sistema inmunitario realmente est‡ intentando atacar al hongo, pero con ello produce da–o en la mielina

[2] Ser’a l—gico que con la destrucci—n de la Ôpiel de la mielinaÕ ya hubiese una peque–a alteraci—n en la conducci—n neuronal pues posiblemente el ax—n haya perdido parte de su aislamiento elŽctrico.